Isnos, Huila
26 de enero de 2021
De adolescentes, amábamos lo romántico, anhelabamos una carta con corazones, un poema lirico, un te quiero divino, una canción del alma, unas palabras lindas, una relación de fantasía, momentos inolvidables, besos irreales. Descubrimos que no suceden así las cosas, y es triste, por qué dejamos de creer en ello y por consecuencia se nos apaga el romanticismo, la fe, las ganas de una relación con detalles, con frases, con amor.
Todo se resume a nada, a palabras secas, a abrazos débiles, a sonrisas fingidas, a silencios inquietantes, a faltas ajenas y contra sí mismo, a expectativas falsas.
El amor adolescente es mágico, y nadie debería perderlo por más grietas que tenga su alma, su corazón o su mente. Ese romanticismo deberia ser propio y compartido a quien quieres.
!Revive!, nada es patético si te inspira, te motiva y te hace feliz
- Ricardo Iles
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